viernes, 17 de agosto de 2012

La chica que creía en los espejos

Tapa del libro "La chica que creía en los espejos"
Un fragmento del prólogo del libro
Catálogo y datos para adquirir el libro

viernes, 15 de junio de 2012

La mujer líquida

Morí lentamente, secamente con inconciencia sobre mi estado ya que de repente empezó a salir agua de mí, a borbotones, por todos lados, por cada resquicio de mis huesos, por los ojos, por mi espalda por todas las partes en que una mujer puede destilarse, exprimirse, resecarse en este otoño gris que me encuentra desaguándome, yo que nunca fui un desagüe para nadie, me sentí débil, frágil, desorientada, líquida sin voz.

Fue un derretimiento masivo de mi ser que comenzó de forma abrupta cuando comprendí cuan complaciente fui con mis entornos, cuanto me costó ser esa chica buenita y dicharachera, esa suerte de personaje sonriente y solícito mientras las solicitudes jamás salían de mi boca.

Me fui líquidamente, dejando salir esos fluidos que decían lo indecible de mi angustia, de los fantasmas que me persiguen, de las dudas que me carcomen ante ciertas incertidumbres. Sigo fluyendo entonces, me depuro: agredo y así no agrado. Me sale agua por las manos, por los ojos, por los pies. ¿Me deshidrato?

No pretendas química conmigo: por ahora soy como una fórmula en pleno estado de ebullición. Puedo apagarme o estallar. Por ahora sólo eso: mientras me muero, renazco.

viernes, 13 de abril de 2012

"La chica que creía en los espejos", en la prensa

Queremos agradecerles por la difusión a todos los colegas y medios que siguen colaborando para dar a conocer la presentación del nuevo título de Abrazo Ediciones Paraná, denominado "La chica que creía en los espejos".


-Gracias Colegio de Asistentes Sociales de Entre Ríos!

-Gracias Análisis Digital!
http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=163719




-Gracias Agencia Periodística Federal!: http://www.apfdigital.com.ar/despachos.asp?cod_des=187530




-Muchas gracias al periodista Juan Pablo Arias por la entrevista en su programa "Cara y Ceca", de 98.3 Radio del Plata.

-Muchas gracias a los periodistas de 97.1, Sebastián Gálligo y Juan Manuel Kunzi por la entrevista radial en su programa “Maldición va a ser un día hermoso“.

Los relatos de Trotamundos se hicieron libro

Este sábado 14 de abril a las 21 en El Coleguilla Bar se presentará el libro "La chica que creía en los espejos", en donde encontrarán 12 relatos entre los cuales incluí algunos de los títulos del blog. El libro está ilustrado por Laura Suen y fue editado por Abrazo Ediciones Paraná.

jueves, 26 de enero de 2012

Las tres marías


Guardo un preciado secreto en mi piel. Un tesoro recóndito que surgirá cuando alguien conozca el mapa hacia ese sitio oculto que puede desencadenar un espectáculo maravilloso, que se suscita pocas veces en la vida y que me une inexorablemente al firmamento. Pocas veces alguien acarició ese rincón aterciopelado de mi cuello, debajo de mi larga cabellera en donde se esconden tres minúsculos lunares alineados en perfecta simetría.
Fue durante una agradable noche de primavera, en la que se acercaba mi cumpleaños número dieciséis. Entorné los ojos, los besaste, y luego acariciaste mis lunares ocultos y dijiste: “llevás a Las Tres Marías tatuadas en vos”. En aquel preciso instante miramos hacia arriba y una lluvia de estrellas fugaces se derramó sobre nosotros como mermelada, implacables en la negrura nocturna del cielo del campo. Lloramos de emoción y felicidad embelesados y bobos ante ese alud de lucecitas que coronaba nuestro encandilamiento adolescente. Me tomaste la mano con emoción sin percibir el temblor de mis rodillas de alambre. Eso era el amor para nosotros.
Aún tengo ese tatuaje en mi piel a la espera de quien despierte otra vez aquella implosión de luces y colores fugaces que destella en el cielo. Para ello vasta una caricia certera y sentida en estos tres puntitos míos que portaré para siempre. ¿Tengo estrellas en mí o ya soy parte de las estrellas? Las muy pícaras regresan cuando te pienso. Me iluminan el sin rumbo haciendo más llevadero el áspero camino de todo adulto en su eterno retorno a la niñez, al primer beso, y al primer amor: el más dulce y tierno cuya huella, si es de las buenas, deja marcas indelebles.